martes, 14 de julio de 2015

Hubo una época, un tiempo de mi vida


Hubo una época, un tiempo de mi vida,
 donde todo era posible para mis ambiciones.
 Una edad hubo. Hubo una edad de oro macizo,
 donde amor y dinero eran el mismo Dios.

Yo solía tenderme sobre orcasitas diáfanas
 y me encontraba con vagabundos, gentes de mal vivir
 y yo tenía la hermosura que dan el ocio y la alegría
 y algunos curiosos me besaban los labios y bebíamos.

Una época, una edad, aún, hoy, todo lo recuerdo.
 Una mujer prendida de mis labios y otra mujer,
 dejándose deslizar por mis hombros sangrientos.

Una mujer y otra mujer y, aún, noche desesperada,
 otra mujer blandiendo como estandarte, mi sexo,
 iluminada sonrisa, ardiente tempestad sedienta.

Miguel Oscar Menassa
De "Poemas y cartas a mi amante loca joven poeta psicoanalista"

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